FRANCISCO PERERA

A partir de los 14 años empecé a formarme con la guitarra, de manera autodidacta y con el estimable soporte de un amigo guitarrista de conservatorio, Albert Antolin. Tuve el inmenso honor de tocar en algún que otro concierto con el grupo Dudua–Yeah (Albert, Caki –Joaquin– y Pilus –Isidro–).

Desde los primeros acordes que aprendí, empecé a componer canciones (letra y melodía) y no he parado hasta el día de hoy. Con la evolución de la tecnología se ha hecho más accesible la producción musical al público en general. Y cuando hablo de producción musical me refiero al proceso completo de producción que podemos sintetizar en la composición, diseño sonoro, grabación, edición, mezcla y masterización.

Con esta evolución tecnológica, el año 2017 me condujo a realizar una parte de todo lo que no había hecho antes (que era casi todo): el diseño sonoro de mis propios temas y el resto de la producción musical. Por el camino, cobras conciencia de que tus conocimientos son limitados y la experiencia nula. Así que no quedó más remedio que prepararse, estudiar y practicar… y ya no parar nunca. Siempre seguir aprendiendo.

Atrás –aunque algunos no tanto–, pero siempre muy presentes, han quedado los mini conciertos a dos con Nacho Olivé –al piano–, las clases de canto con Meïa Santiago y Geni Ferreiro, las clases de guitarra con Oriol Guillen, las clases de combo con Manu Miró con los “Uniforms” o las clases de estructura musical y armonía con Toni Sánchez y, de todos ellos, sus estimables consejos.

En la parte más técnica, en cuanto a la grabación, edición, mezcla y masterización, han sido inestimables los diferentes y diversos estudios, así como las enriquecedores prácticas reales, realizados con Harry Up!, Guillermo Marín y Héctor Jon. Hasta hoy, son 40 años de enriquecimiento musical que queda a vuestra entera disposición.